El razonamiento lógico matemático no existe por sí mismo en la
realidad. La raíz del razonamiento lógico-matemático está en la persona. Cada sujeto lo construye por
abstracción reflexiva. Esta abstracción reflexiva nace de la coordinación de las
acciones que realiza el sujeto con los objetos.
El conocimiento lógico-matemático lo construye el niño al relacionar
las experiencias obtenidas en la manipulación de los objetos.
Un ejemplo más utilizado es que el niño diferencia entre un objeto de textura
suave de otro de textura áspera.
El conocimiento lógico matemático es el niño quien lo construye en su mente a
través de las relaciones con los objetos. Desarrollándose siempre de
lo más simple a lo más complejo. Teniendo en cuenta que el
conocimiento adquirido una vez procesado no se olvida, ya que la experiencia
proviene de una acción.
Se entiende
por pensamiento lógico matemático el
conjunto de habilidades
que permiten resolver operaciones
básicas, analizar
información, hacer uso
del pensamiento reflexivo y del conocimiento del mundo que nos rodea,
para aplicarlo a la vida cotidiana.
Su
desarrollo implica que desde la infancia se proporcionen al
niño o niña
una serie de estrategias que
permitan el desarrollo
de cada uno de
los pre requisitos
necesarios para entender y
practicar procesos de pensamiento lógico matemático.
Para lograr
la comprensión del desarrollo del pensamiento a
continuación se propone
la taxonomía de Bloom, un
sustento teórico que orienta el proceso
de habilidades necesarias para
procesar la información
y asimilarla de forma
más estructurada,
complementando la memoria,
estrategia tradicional empleada en el contexto escolar.
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