sábado, 10 de enero de 2015

EL CAOS

¿Cómo es posible que tengamos una teoría del caos? El caos se da en la ausencia de la teoría,  ¿no es cierto? La historia se remonta a 1812, mientras Napoleón avanzaba sobre Moscú, su compatriota el marqués Pierre-Simon de Laplace publicó un ensayo sobre el universo determinista: si en un instante determinado se conocieran las posiciones y las velocidades de todos los objetos del universo, y las fuerzas que actúan sobre ellos, éstas cantidades se podrían calcular con exactitud para todos los momentos futuros. El universo y todos los objetos que hay en él quedarían totalmente determinados. La teoría del caos nos enseña que el mundo es más intrincado que lo que propone esa visión.
Asociamos el caos a la falta de orden, el desastre, lo inconmprensible y desconcertante.


En el mundo real no podemos conocer todas las posiciones, velocidades y fuerzas con exactitud, pero el corolario de la creencia de Laplace era que si conociéramos los valores aproximados en un momento, el universo no sería muy distinto en cualquier caso. Esto era razonable, ya que, sin duda, unos velocistas que arrancaran una décima de segundo después del disparo de la pistola romperían la cinta sólo una décima de segundo después de su tiempo normal. La creencia era que pequeñas diferencias en las condiciones iniciales suponían pequeñas diferencias en los resultados. La teoría del caos refutó esta idea.
Lo contrario a la teoría del caos es el determinismo. En un sistema determinista, todas las variables de sus componentes son conocidas y por ende, todas sus interacciones y evolución del mismo; éste no es el caso de nuestro universo,,, ¡Interesante, no!


Así, el caos es parte de nuestra realidad; es decir, todo lo que percibimos de nuestro mundo, incluso todo aquello que está ahí y lo que no podemos percibir ni tocar y que consideramos es regular, incluso inmutable a través del tiempo como el orden de las estrellas en el cielo y la estructura molecular de el sólido más duro es resultado, en cierta medida, del caos.

En física, se tienen medidas para todo. Sorpresivamente, tambien se tiene una medida del caos. ¡Sí, del caos! Ésta es la entropía. La entropía mide la tendencia de un sistema hacia el caos, es decir, qué tan rápida es la progresión de un sistema en el tiempo hacia el caos, pues todo, absolutamente todo sistema tiene ésta propiedad entrópica y tiene al caos.
Un ejemplo claro de la entropía y el caos es el tráfico generado en un cruce de vialidades urbanas. Variables como la cantidad de automóviles, su destino, dimensiones y las dimensiones de la vialidad (espacio para transitar/maniobrar) determinan la medida de entropía del sistema; es éste caso, una glorieta.


Así que, entre la entropía y la mecánica cuántica, siempre existe la posiblidad de que nuestro cuerpo se desintegre en todas las moléculas elementales que lo forman y se reconstruya en un lugar completamente distinto, a miles o millones de años luz de distancia, o en la lujosa casa de nuestro artista favorito (suponiendo que sea rico, jaja)...

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