LA MOTIVACIÓN,
ATRIBUCIONES Y AUTOCONCEPTO EN EL ESTUDIO DE LAS MATEMÁTICAS.
Las explicaciones que una persona se da a sí misma de sus
éxitos y de sus fracasos escolares influyen en la actitud que tendrá ante
nuevas situaciones de aprendizaje.
En efecto, frente a resultados inesperados, negativos o de
gran importancia para nosotros, solemos preguntarnos cuáles son las causas que
los explican.
Las causas a las cuales atribuimos los resultados tienen
mucha influencia en el momento de afrontar nuevas situaciones, por ejemplo, si
atribuimos a la suerte el aprobado en un examen, o bien consideramos que hemos
aprobado gracias al esfuerzo que hemos realizado, es evidente que esta
atribución influirá en la manera de afrontar un nuevo examen.
vLas causas a las cuales atribuimos los
resultados pueden ser internas (habilidad, esfuerzo, cansancio, etc.) o bien
vexternas (suerte, tiempo, profesor,
etc.).
Pueden ser percibidas como
v estables (habilidad) o
v variables (esfuerzos),
v controlables o
v incontrolables,
Por ejemplo, el factor suerte es incontrolable, mientras que
el esfuerzo se puede controlar.
El tipo de atribuciones más perjudicial es aquel en que los éxitos
se atribuyen a causas externas, variables y no controlables, mientras que los
fracasos se atribuyen a causas internas estables no controlables.
Este patrón de atribuciones es muy normal en matemáticas
porque la explicación que dan muchos alumnos a sus resultados es el siguiente:
“es que yo no sirvo para las matemáticas”.
Más importante que la explicación de los resultados obtenidos
son las causas que el alumno considera que influirán en los resultados de los
nuevos aprendizajes.
El tipo de causas que considere, influirán en la manera de
afrontar la nueva situación y en el esfuerzo que le dedicará.
El patrón de atribuciones influye en el autoconcepto, y a la
vez es su consecuencia. En efecto, un alumno que esté acostumbrado a obtener
resultados positivos tiene más tendencia a atribuirlos a su capacidad y
esfuerzo, lo cual refuerza su autoestima y le genera unas expectativas
positivas en el momento de hacer nuevos aprendizajes; y si éstos son negativos,
antes de dudar de su capacidad, tenderá a considerar que la causa del resultado
negativo es un esfuerzo insuficiente.
Por otra parte, un alumno que tenga una experiencia repetida
de resultados negativos, acabará atribuyendo este hecho a su falta de
capacidad, lo cual refuerza una autoestima negativa y genera unas expectativas
de fracaso ante nuevos aprendizajes, y si éstos son positivos tenderá a
atribuir el éxito a causas externas no controlables como la suerte,
benevolencia del profesor, etc.
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