HACIA LAS ESTRELLAS
A la especie humana le ha llevado 150,000 años extenderse
por la Tierra y dominarla. ¿La exploración de la galaxia podría ser el próximo
gran proyecto de la humanidad?
La energía equivalente a un centenar de bombas atómicas fue
suficiente para darle el último empuje a la nave Nellie –del tamaño de un portaaviones-, con el que pudo alcanzar la
nada despreciable velocidad de 30,000 km/s.
Durante el viaje se había propulsado
de esta manera, y ahora eran las últimas cargas disponibles: no habría regreso
a la Tierra. Cuando el vehículo estuvo relativamente cerca de su destino, una
estrella situada a 6.3 años luz de nuestro planeta, otro gigantesco resplandor
avisó que la nave se disponía a reducir de forma dramática su velocidad. Marlow, la computadora maestra, hizo los
cálculos para no estrellarse con algún objeto interestelar; a esa velocidad en
todo momento existía el riesgo de un accidente. Cuando desaceleró 30%, de su
interior surgió una nave similar, mucho más diminuta, que salió disparada hacia
el planeta objetivo, Kurtz-10b.
Desde
el interior de la nave nodriza, Marlow
esperó a que la sonda estuviera cerca de la influencia gravitacional del
exoplaneta y soltara 200 módulos esféricos de reconocimiento; sólo 60 de estas
pelotas robóticas alcanzaron al elusivo planeta. Al entrar en contacto con la
superficie, los sensores de cada una empezaron a registrar las condiciones del
lugar; se habían repartido en un área equivalente al continente africano, mucho
menos de lo que se esperaba. Marlow
envió al mismo tiempo un satélite que empezó a orbitar el planeta, recabando la
información de las sondas para retransmitirla a la nave nodriza.
Haciendo alusión a los viajes interestelares, recuerdo que Isaac Asimov propone una forma de clasificar a las civilizaciones: una civilización tipo I domina el planeta y explota todos los recursos del mismo, su tecnología ha dejado de depender los recursos no renovables a la vez que su organización política es universal, es decir, no hay fronteras, es una sociedad planetaria; una civilización tipo II posee la tecnología necesaria para salir del planeta y dominar el sistema local, explotando otros planetas y abandonando el suyo (en el cual han agotado los recursos); finalmente una civilización tipo III domina la tecnología y conocimiento necesario para hacer viajes interestelares y se ha expandido por todo el universo, agotando recursos de los planetas que encuentra a su paso e incluso, ha presindido de su cuerpo para interactuar con el universo. Nosotros actualmente somo lo que podríamos llamar una civilización tipo 0, pues aun dependemos de los recursos no renovables (combustible fósiles) para mantener funcionando nuestra tecnología.
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