Trabajos de construcción
Una combinación del trabajo de
Euclides y el de Euler proporciona una fórmula que permite generar números
perfectos pares: n es un número
perfecto par sí y solamente si n = 2p-1(2p-1) donde 2p-1
es un primo de Mersenne.
Por ejemplo, 6 = 21(22-1), 28 = 22(23-1)
y 496 = 24(25-1). Esta fórmula para calcular números
perfectos pares significa que podemos generarlos si podemos hallar los primos
de Mersenne. Los números perfectos han supuesto un reto tanto para las personas
como para las máquinas y continuarán haciéndolo de una manera que no habían
previsto los matemáticos del pasado.
En la imagen se puede observar la sucesión de los primeros números primos de Mersenne. |
El creador de tablas Peter Barlow,
escribiendo a comienzos del siglo XIX, creía que nadie iría más allá del
cálculo del número perfecto de Euler 230(231-1) = 2,305,843,008,139,952,128
porque no tenía mucho sentido hacerlo. No podía prever la potencia de los
ordenadores modernos y la insaciable necesidad de los matemáticos enfrentarse a
nuevos desafíos.
Números perfectos impares
Nadie sabe si se hallará alguna
vez un número perfecto impar. Descartes pensaba que no, pero los expertos
pueden equivocarse. El matemático inglés James Joseph Sylvester declaró que la
existencia de un número perfecto impar “sería poco menos que un milagro” por
las muchas condiciones que éste tendría que cumplir. Es uno de los programas
antiguos de las matemáticas, pero, si de veras existe un número perfecto impar,
ya se sabe mucho sobre el punto necesitaría tener por lo -8 divisores primos
distintos, uno de los cuales mayor de 1 millón, y al mismo tiempo tendrá que
tener como mínimo 300 dígitos.
Se desconoce si existen infinitos números perfectos, igual que los números perfectos impares; se trata probablemente del problema irresuelto más antiguo de las matemáticas. |
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